Luz Amanda, Alexander y yo en High Park, Toronto |
Querida Luz Amanda: hoy especialmente me he acordado de ti; me desperté temprano, me levanté y vi por la ventana que entraba un sol maravilloso. Es una mañana de esas cálidas de primavera. Hoy es Victoria Day; recuerdas como nos volvíamos locas sembrando los vegetales y las flores anuales en este día? Según los pronósticos del tiempo, podemos sembrar sin correr el riesgo de que las temperaturas bajen a números negativos.
Salí al jardín y me di cuenta que ya están todas las plantas perenes en plena floración; decidí ir al vivero y comprar unos geranios y otras platas anuales, pensé que no podría arreglar el jardín este año, pero sé que tu estas a nuestro lado y no te gustaría ver mi casa sin flores.
Tu jardín también esta bonito, Angélica lo sigue cuidando y veo que tus plantas también están floreciendo.
.
¡Qué tiempos, querida hermana! Parece que fue ayer que llegamos a este país a aprender todos estos trucos de jardinería, en nuestro país natal no hay que hacer la siembra en un día especifico, allá el clima te permite tener flores y vegetales todo el año; acá, si no siembras hoy se te hace tarde para recoger la cosecha en el otoño.
¡Cuánto te extraño, querida hermana! Ayer nos fuimos al parque que tanto te gustaba, allí te recordamos en todos esos lugares que eran tan especiales para ti. Nos sentamos al lado de esa jardinera donde estamos con Alexander.
¡Cuántas vivencias y cuántas más podríamos haber tenido, si la muerte no te hubiera llevado tan temprano, querida Luz Amanda! Tú te quedaste dormida, con ese sueño del que nadie despierta, tan dormida, que incluso a la muerte le dio pena despertarte.
Que descanses en paz querida Luz Amanda!
Salí al jardín y me di cuenta que ya están todas las plantas perenes en plena floración; decidí ir al vivero y comprar unos geranios y otras platas anuales, pensé que no podría arreglar el jardín este año, pero sé que tu estas a nuestro lado y no te gustaría ver mi casa sin flores.
Tu jardín también esta bonito, Angélica lo sigue cuidando y veo que tus plantas también están floreciendo.
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¡Qué tiempos, querida hermana! Parece que fue ayer que llegamos a este país a aprender todos estos trucos de jardinería, en nuestro país natal no hay que hacer la siembra en un día especifico, allá el clima te permite tener flores y vegetales todo el año; acá, si no siembras hoy se te hace tarde para recoger la cosecha en el otoño.
¡Cuánto te extraño, querida hermana! Ayer nos fuimos al parque que tanto te gustaba, allí te recordamos en todos esos lugares que eran tan especiales para ti. Nos sentamos al lado de esa jardinera donde estamos con Alexander.
¡Cuántas vivencias y cuántas más podríamos haber tenido, si la muerte no te hubiera llevado tan temprano, querida Luz Amanda! Tú te quedaste dormida, con ese sueño del que nadie despierta, tan dormida, que incluso a la muerte le dio pena despertarte.
Que descanses en paz querida Luz Amanda!